jueves, 6 de octubre de 2011

El costo de la vida…


Uno de los tipos de mercados que existen en la literatura económica es el “mercado competitivo”, donde una de sus principales características es que los agentes económicos son Precio-Aceptantes.
Si analizamos la educación y la comparamos con los países miembros de la OCDE, Chile se encuentra dentro de los países más caros de este selecto grupo, cosa que llama la atención a los países miembros de este selecto grupo (primera alarma). Los estudiantes se han movilizados y esperan obtener la gratuidad, pero todos sabemos por historia, que en chile cuando el Gobierno no quiere dar un beneficio se convoca a las partes a una mesa de diálogo, que nunca llega a puerto (recordar la anterior mesa de diálogo de la revolución pingüino, año 2006)
Por otro la lado, ya hace un tiempo que viene sonando fuerte que Chile es el país donde se cobran las tasas de interés bancarias (precio del dinero) de las más caras del mundo, ya que por ejemplo un banco extranjero en Europa no puede cobrar más de un 6 % anual y en Chile se viene a llevar el “botín” cobrando cerca de un 50% de interés real anual.
Casos podemos mencionar muchos, como los combustibles, la salud, el transporte, etc.….
Para muestra un botón, solo comentarles que el precio de las entradas para ver las eliminatorias para el mundial de Brasil 2014, en Chile son las más caras de Sudamérica, donde juegan grandes potencias futbolísticas como Argentina y Uruguay y donde Chile no siendo de ninguna manera una potencia futbolística, se da maña de cobrar más caro. Eso es muy raro, pero la gente lo acepta y llena el estadio igual.
Después de todo lo anteriormente comentado, la pregunta que se instala necesariamente en la discusión es ¿en qué momento el libre mercado en Chile hipnotizó a la sociedad, para que aceptemos todos los precios, aunque sean los más caros?
Se entiende que un modelo económico busca satisfacer las necesidades del hombre, dado que los recursos son escasos, pero de ninguna manera en ese intento debe anestesiarlo y meterlo en una doctrina donde todo es aceptado.
No puedo terminar de decir que el actual sistema debe tener las precauciones debidas, ya que es cierto que las personas tardan en darse cuenta, pero cuando lo hacen, se provoca un descontento masivo que se extrapola a toda la sociedad, creo que no tengo para que poner ejemplos.
No es posible que Chile siendo un país que goza de un bienestar económico respetable en el mundo, sea el más caro en todo ¿ósea el crecimiento de demanda agregada se está yendo todo vía precio? SI ES ASÍ MEJOR DEJEMOS DE CRECER.