martes, 11 de enero de 2011

Globalizacion



1.- INTRODUCCIÓN


“Hace más de un siglo y medio, Marx provocó al mundo burgués con célebres palabras:”Un fantasma recorre Europa: el comunismo”. A fines del siglo XX otra frase estuvo en la boca de los líderes políticos, gerentes de empresa, trabajadores y científicos: la Globalización”[1]. La Globalización, sin lugar a dudas, se trata de un fenómeno que se erige como uno de los más importantes de la época contemporánea. Desde el punto de vista histórico surgen muchas interrogantes respecto de éste, como por ejemplo, su origen, sus principales características, las razones de su surgimiento.  Es considerada en la actualidad como parte de un fenómeno mayor que, según algunos, se remonta a la época en que Cristóbal Colón descubrió América, allá por el año 1492. En esos años se asoció a la voluntad expansiva de Europa que permitió la creación de numerosas colonias e imperios con los cuales se desarrolló un intenso intercambio comercial[2]. No cabe duda que estamos en presencia de un fenómeno originado en las culturas occidentales y que se expandió rápidamente en las últimas décadas de la Edad Contemporánea (segunda mitad del siglo XX), recibiendo un fuerte impulso por hechos históricos como la caída del comunismo y el fin de la Guerra Fría.[3]
Actualmente la Globalización aparece o se ve como un proceso que abarca distintos ámbitos. Es común escuchar el vocablo “globalización” en reuniones de políticos, televisión, radio, conferencias, el mundo académico  etc.-  Existe una gran “dispersión informativa respecto al tema” que ha provocado que el concepto adquiera un carácter ambiguo, que este artículo pretende colaborar a descifrar.
Si tuviera que definir globalización lo haría pensando justamente en términos globales, generalizados, como un fenómeno que se levanta con fuerza al no existir barreras entre los países y regiones del orbe. Es cómo ver y sentir, ayudado por el desarrollo de la ciencia y tecnología,  en tiempo real, lo que está sucediendo en otro lugar del planeta. Es ver en vivo y en directo el mundial de fútbol en Sudáfrica, el rescate de los mineros en el norte de Chile. Es conectarse a Internet y “chatear” con personas de distintos lugares del planeta. Es sentir, en un país determinado, los coletazos de decisiones económicas tomadas en otro lugar del mundo, situación representada por el dicho que reza: “cuando EEUU estornuda América Latina se resfría”.
Una definición más formal la describe como un proceso económico, tecnológico, social y cultural que consiste en la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo que unifican sus mercados, sociedades y culturas, a través de una serie de transformaciones sociales, económicas y políticas que le dan un carácter global.[4] Lo que está claro y debe asumirse que se trata de un fenómeno inevitable que llegó para quedarse y que marca cada vez mayor presencia  en el mundo.

Riquelme y León señalan que este fenómeno se ha manifestado principalmente en el ámbito económico y financiero, reconociendo al dinero como el principal agente con libertad de movimiento prácticamente ilimitado entre las fronteras. En términos económicos la globalización permite la apertura de los mercados más allá de las fronteras propias de las naciones propiciando la generación de lazos comerciales y fortaleciendo el intercambio.[5] “Este fue el sentido de las políticas de liberalización económica y apertura comercial impulsada por la mayoría de los países en la década de los ochenta”[6], del cual Chile fue actor protagonista.
En rasgos generales, podría decirse que la globalización permite la integración de las distintas sociedades internacionales en un único mercado capitalista global. Y es por ello que es defendido por teorías económicas como el neoliberalismo y por entidades como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.
Sin embargo, como se mencionó anteriormente, este proceso no se limita tan sólo a cuestiones de carácter económico y comercial, sino también a aspectos políticos, culturales, sociales y tecnológicos que se caracterizan, por una creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países.

Como en todo orden de cosas y especialmente en procesos de gran alcance que involucran una gran cantidad de actores existen quienes apoyan y favorecen la globalización así como aquellos que ven en ésta la razón principal de la desigualdad social, el desempleo y la fuerte dependencia de los países económicamente más débiles respecto de los más ricos.
Entre los aspectos positivos de la globalización está en primer lugar el enorme poder de crecimiento y desarrollo, de bienestar y prosperidad que se puede alcanzar con la apertura de los mercados. También la liberalización de los movimientos de capital da lugar a flujos hacia muchos países en vías de desarrollo muy superiores y que en ningún caso se asemejan a la exigua ayuda económica organizada sobre bases político estatales. Según esta apreciación queda claro que lo que no ha conseguido la política sí lo ha hecho el mercado.
Dentro de las características negativas de un proceso de globalización, paralelo a las ventajas ofrecidas por este modelo, aparecen los riesgos y prejuicios los cuales se pueden clasificar en económicos, sociales y políticos y que presentan la particularidad de coexistir simultáneamente. Los económicos se refieren, básicamente, al poco equilibrio en la distribución de la enorme cantidad de flujo de capitales generada. A nivel global son numerosas las regiones que quedan al margen, tales como aquellas pertenecientes al mundo islámico de Oriente Medio y prácticamente todo el continente africano. Sin duda, que un punto importante que no se puede obviar es considerar la máxima rentabilidad como criterio último de mercado que garantice condiciones económicas y sociales óptimas para todos los países involucrados. En lo social, asociado a una deficiente política distributiva, surgen riesgos y perjuicios que pueden dañar la cohesión social. El efecto globalizador parece abrazar sólo a unos pocos mientras el grueso de la población sólo disfruta parcialmente de sus beneficios. Es necesario estar alertas, pues esta situación puede provocar un quiebre social y un consiguiente desmantelamiento de las reglas de mercado, el trabajo, ambiente, competencia y corrupción, sin las cuales el propio mercado terminaría por autodestruirse. Existe una tendencia natural a contraer los recursos destinados a protección social en ventaja de aquellos absorbidos por la desenfrenada carrera competitiva. En lo político surgen riesgos producto de la despolitización de un amplia área de decisión en beneficio del mercado, quedando el rol del Estado reducido en gran medida a actividades orientadas a actuar con éxito en la economía mundial. Se alza, de este modo, una paradoja, pues es esencial un Estado fuerte y bien administrado para la inversión de capital a escala internacional. Por consiguiente este capital internacional buscará y privilegiará los estados bien dirigidos, democráticos, no corruptos y de amplia estabilidad. En cuanto la situación cultural este complejo fenómeno también enfrenta un continuo debate. Si bien la interacción cultural es un fenómeno que va  de la mano con la historia de los pueblos, en nuestra época Contemporánea son numerosa las voces y organizaciones, a nivel global, que alzan la voz en contra de lo que denominan un atentado contra las culturas de sus países, culpando principalmente a los medios de comunicación masivos de irrumpir y violentar la cultura propia, especialmente de países occidentales y desarrollados como Estados Unidos. Se instala un debate con aquellos que aprueban el surgimiento de nuevas culturas integradas a favor de una nueva identidad que surge de la aceptación sin miedo de lo foráneo.
Se plantea la inquietud de darle una mirada a los efectos o las consecuencias de la globalización en nuestro país en las distintas áreas de interés.

2.- CHILE Y LA GLOBALIZACION
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Al igual que en el resto de los países existen en Chile quienes apoyan irrestrictamente el fenómeno de la globalización y  al mismo tiempo quienes la aceptan de modo indiferente. También están los detractores, que ven en la globalización un proceso que favorece a los intereses de las grandes economías del planeta, en manos de unos pocos países, en perjuicio de países en vías de desarrollo con mercados y economías pequeñas.


Dimensión económica


Nuestro país es considerado un ícono de globalización exitoso dentro del contexto de América Latina. Desde inicios de la década de los ochenta comenzó liderando los procesos de apertura comercial y  hasta la fecha  es ejemplo de estabilidad macroeconómica y de desarrollo económico.
Según Vittorio Corbo[7] la globalización tiene implicancias económicas y no económicas que se traducen en un juego de suma positiva para los países (todos ganan) y reconoce al interior de éstos diferencias distributivas necesarias de atender. Este mismo señor destaca las evidentes cifras favorables para  nuestro país en índices como crecimiento económico, disminución de la tasa de pobreza y de mortalidad infantil que llevaron a Chile  a ser durante la década de los noventa una de las economías de más rápido crecimiento en el mundo y una de las más competitivas acercándose, en la actualidad, a economías de países desarrollados como la de España, Portugal y Grecia.

 Lamentablemente este positivo aspecto no debe ser suficiente para abrazar este proceso a ciegas. Sin desconocer los innumerables beneficios y progresos que trae consigo la globalización ha quedado demostrado en el mundo, y Chile no ha sido la excepción, que la expansión mundial del neoliberalismo económico ha traído consigo desiguales niveles de desarrollo. Existen regiones del mundo que no han conseguido salir de su situación de pobreza y al interior de los países también se presenta el mismo problema, es decir, que sólo algunos sectores de la industria ven con buenos ojos la entrada de capitales. Ejemplo contemporáneo de lo anterior es el sector exportador nacional que debido al continuo ingreso de dólares a la economía ha vista caer el tipo de cambio bruscamente provocando un efecto negativo que obliga a las autoridades a estar atentos y a tomar medidas tendientes a atenuar este efecto.  Quizás el ejemplo dado no es el mejor considerando que este sector, por años ha gozado de buena salud, generando ingentes ingresos para el país. Existen eso sí, quienes realmente se han visto afectados por este proceso. Un ejemplo de ello son las Pymes locales que, tan manoseadamente se ha dicho son la fuente de empleo privado más importante del país. Parece imposible que pequeños empresarios compitan con empresas multinacionales que llegan con productos a menores precios. Nuevamente el Estado está llamado a jugar un rol importante, permitiendo o facilitando el acceso al crédito y posibilitando el ingreso de este sector al mercado externo.
La globalización existe, trae consigo desarrollo, pero hay que preocuparse de que se beneficie de ello la mayor cantidad de población.


Dimensión Social y Cultural.

Obviamente Chile, y el resto de Latinoamérica no ha quedado exento de los alcances de la globalización y sus efectos. También existe una suerte de tensión en nuestra sociedad, entre quienes se abren y permiten una realidad global y quienes “respiran” aires nacionalistas en defensa de una identidad y cultura propia.
Producto del notable crecimiento económico se produjo una transformación del sujeto social. El país y sus habitantes tomaron conciencia que alcanzar el desarrollo era una cuestión posible de conseguir. Chile era visto en la región como un país exitoso. La globalización introdujo una serie de prácticas en los hábitos y costumbres de los connacionales. Producto del aumento de los ingresos y del acceso al crédito, las personas, cada vez más, aspiran a mejorar sus condiciones de vida material. Junto con este acceso a una mejor calidad de vida aparecen algunos problemas asociados a las personas que constituyen esta sociedad moderna, como es el individuo consumista e individualista. Moulian[8] señala que la cultura del país está invadida por el consumo. Identifica claramente este comportamiento como la pérdida de distinción entre imagen y ser.  Destaca la confusión que se produce entre los objetos que adquiere el consumista con los atributos de su propio Yo y como construye la imagen de sí mismo, su relación con la sociedad o su conciencia social en base a una exterioridad dada por las cosas que consume. “Soy el auto que tengo, soy el colegio en que los niños estudian”, grafica. Aparte de la realidad del consumo, en la sociedad chilena también se produce un  aumento de la  brecha entre los distintos sectores producto del efecto globalizador. Surge una elite económica y social que se ve muy favorecida por el crecimiento económico, mientras populosos sectores sociales observan este fenómeno con cierto grado de conformismo sin tener reales posibilidades de beneficiarse de su paso. Esta es una realidad que no debemos desconocer, en la cual el Estado debe jugar un rol principal de manera de generar las condiciones necesarias para que amplios sectores de la ciudadanía aspiren a una mejor calidad de vida. Sin embargo, a pesar de  esta desigualdad al interior de la sociedad chilena y de la distancia que nos separa de la realidad de los países más desarrollados, no podemos desconocer el gran avance logrado. Es así como informes elaborados por Naciones Unidas nos posiciona como líderes en América Latina, utilizando para esta categorización el Índice de Desarrollo Humano (IDH), que no sólo considera crecimiento económico sino que también otros factores tales como alfabetización, esperanza de vida al nacer, índice de esperanza de vida, nivel de escolaridad entre otros.
Es importante no quedarse  con una visión negativista de los efectos de la globalización. El “rasgar vestiduras” y hacer un llamado a adoptar “políticas adecuadas para valorizar y reforzar las culturas locales y las especificidades culturales nacionales…. y luchar contra la homogenización cultural dominante”[9] no tiene sentido. Quienes pregonan en el campo valórico y cultural una estandarización de la tradiciones deben tener la capacidad de reconocer que dentro de las diferencias existen patrones básicos que permiten la vinculación y la creación de lazos de confianza que permitirán un beneficio en común, un beneficio para todos. Deben entender que no se trata de arrasar con nadie y que el camino a seguir va por la creación de normas tendientes a respetarse unos a otros. De este modo, sobre esta base de confianza y respeto mutuo el desarrollo llegará a todos sin dañar las individualidades y particularidades de cada cual, especialmente de las naciones más débiles.

3.- CONCLUSIONES


Hablar de globalización en Chile y el resto del mundo genera debate. Está claro que están las posiciones a favor, en contra y aquellas indiferentes. Queda la sensación de que la globalización y sus efectos son procesos arrolladores que se mueven en forma autónoma. Quizás se pueden atenuar sus repercusiones negativas, pero luchar contra ella lo veo como un combate desigual, en que este proceso terminará por imponerse. Se plantea la interrogante de acogerla o rechazarla. Hay que considerar los incontables beneficios de la globalización. Chile, sin duda, ha sido beneficiado con ésta. Todos los índices muestran cifras alentadoras. En las últimas décadas el crecimiento económico ha sido sostenido y creciente. El IDH coloca al país como líder en la región. Todo parece indicar que debemos estará contentos con este fenómeno globalizador y, al menos bajo el prisma económico nos conviene. Creo que debemos aceptarlo, pero sin dejar de considerar que surgen desafíos que enfrentar. Existe en nuestro país una gran desigualdad social y económica que es necesario atender. Parece que la solución es sabida por todos, pero se aprecian errores en su implementación. Para nadie es un misterio, y así lo demuestran los estudios, que se debe apuntar a  la educación y mejoramiento de su capital humano, el cual constituye la principal riqueza nacional. La educación chilena no se encuentra aún capacitada para satisfacer y garantizar el desarrollo y crecimiento del país, debido a la escasa relación existente entre el mundo de las empresas y las organizaciones que imparten el conocimiento. Chile debe reconocer en su capital humano el futuro del país y debe apostar que invirtiendo en él  se asegurará el crecimiento económico y la creación de oportunidades de progreso para todo el país.
Ahora, del punto de vista cultural, creo debemos aceptar la realidad tal cual es. El fenómeno de la globalización provocó  fuertes cambios. Nos mostró el surgimiento de un nuevo sujeto social. Aquel que con esfuerzo y perseverancia es capaz de conseguir lo que desea y aspira sin sentir ese deseo de pedir al Estado que le brinde soluciones que ahora dependen de él y que están a su alcance. Un sujeto autovalente, capaz de demostrar las capacidades propias del ser humano de superar las barreras que le plantea la vida. Nos mostró una sociedad desigual, pero que con capacitación y educación debiera tender a  equilibrase. Creo y apoyo la globalización, más aún considerando, que permite el asentamiento de bases de confianza y respeto por las culturas menos desarrolladas, que a su vez se pueden ver enormemente beneficiadas por este proceso de globalización.




Bibliografia.

1.-Bodemer, Klaus. La globalización. Un concepto y sus problemas. 1998
2 .-Brunner, José Joaquín. Elacqua, Gregory. Informe Capital humano en Chile. Universidad Adolfo        Ibáñez. 2003    
3.-Chonchol, Jacques. ¿Hacia dónde nos lleva la globalización? Reflexiones para Chile. Santiago.LOM. 1999
4.-Corbo.Vittorio. Presentación: Chile en un mundo globalizado.
5.-Fundación Chile. Corriente de opinión n°24. Algunos antecedentes sobre la globalización cultural. Santiago. 2000
6.- Garretón, Manuel Antonio. Cambios sociales, actores y acción colectiva en América Latina. Santiago. Naciones Unidas. 2001
7.-Moulian, Tomás. Chile actual. Anatomía de un mito. Santiago.LOM.2002
8.-Riquelme, Alfredo. León Michelle. La globalización. Historia y actualidad. Santiago. Editorial e imprenta Maval.2003
9.-http://definicion.de/globalizacion/
11.-http://es.wikipedia.org/wiki/Globalizaci%C3%B3n

[1] Bodemer, Klaus. La globalización. Un concepto y sus problemas. 1998
[2] http://definicion.de/globalizacion/
[3] http://es.wikipedia.org/wiki/Globalizaci%C3%B3n
[4] http://es.wikipedia.org/wiki/Globalizaci%C3%B3n
[5] Riquelme, Alfredo. León Michelle. La globalización. Historia y actualidad. Santiago. Editorial e imprenta Maval2003
[6] Fundación Chile. Corriente de opinión n°24. Algunos antecedentes sobre la globalización cultural. Santiago. 2000
[7] Corbo.Vittorio. Presentación: Chile en un mundo globalizado.
[8] Moulian, Tomás. Chile actual. Anatomía de un mito. Santiago.LOM.2002
[9] Chonchol, Jacques.¿ Hacia dónde nos lleva la globalización? Reflexiones para Chile. Santiago.LOM. 1999